Marta Pichardo

Sesión 5 de Rolfing: No solo se centra en mi cuerpo físico, también me ayuda a sentirme bien emocionalmente

Continuamos con el proceso de Rolfing sesión tras sesión. Hoy tenemos la quinta, donde nuestra paciente se ha sorprendido gratamente al observar que los cambios que se producen con el Método Rolfing no son solo a nivel físico, sino que también nos ayuda en nuestro equilibrio emocional.

Os dejo con su sesión 5:

Para mí es muy importante sentirme bien emocionalmente por lo que hoy quiero centrarme más en lo emocional que en lo físico, porque creo que todos tenemos días y momentos en los que nos encontramos más decaídos. Justo así llegué yo a esta sesión.

A pocos minutos de encontrarme con Marta ya le estaba explicando mi estado emocional de ese día que, unido al resfriado que traía, que estaba cansada y que pocos días antes incluso había tenido fiebre… era un «regalito´´. Marta me advirtió que ese estado se refleja en nuestro cuerpo y por supuesto lo notó en la valoración corporal. Si leíste la entrada anterior de mi cuarta sesión de Rolfing sabrás lo contenta que estoy con ciertas partes de mi cuerpo, pero hoy no quiero centrarme tanto en lo físico.

Al tumbarme en la camilla, Marta me pidió que me relajase, que disfrutase más que nunca de esta sesión, sin pensar en nada. Me encanta la paz y sensibilidad que transmite, de verdad que es una energía revitalizante, me cuesta transmitirlo, pero cuando entro en su sala es como si me transportase a una burbuja donde me encuentro segura y en calma.

Comenzó con la espalda, se lo agradecí mucho porque la notaba muy tensa. Tras masajear bien el hombro y alisar la parte superior del pecho, cogió las costillas. No paraba de decirle lo agradable que me estaba pareciendo esta sesión y lo relajada que me estaba encontrando.

Después pasó a los muslos, en ese momento se me ocurrió preguntarle si notaba mi cuerpo diferente, a lo que me contestó con mucha lógica la diferencia de dolor que antes sentía con la de ahora, no tiene nada que ver, me recordó la tensión que ella notaba en un principio y lo molesto que era para mí ese mismo masaje, ahora lo sentía mucho más suave. Es como si los hilos de los que siempre os he hablado estuvieran ahora sin enredos, lisos y ordenados.

Tras esto fue trabajando la barriga y el hueso de la cadera. Mientras se centraba en este último me pidió que subiese la rodilla y suavemente la fuese bajando, la sensación fue estupenda y noté como al estirar la pierna se tensaba más la zona que estaba tratando, como si el trabajo en la cadera al hacer ese pequeño movimiento de pierna fuese mucho más efectivo.

Por último, volvió a la espalda, finalizando en el cuello, estirando ambos laterales como si quisiera alargarlo.

En definitiva, me ha gustado mucho esta sesión, al ponerme de pie me encontré muy bien anímicamente, más liberada y ella lo notó en mi cara y sobre todo en mi cuerpo, no sé cómo puede ver esas cosas, pero me encanta.

Y con esto me quedo de la quinta sesión de Rolfing, sentirme bien emocionalmente, porque está bien sentir el cuerpo, pero yo he agradecido muchísimo salir de la consulta con un estado de ánimo opuesto al que traía.

sentirme bien emocionalmente

¡Nos vemos en la próxima sesión!

Fisioterapeuta Sevilla

Autora:  Marta Pichardo

2 comentarios

    1. Hola Isabel, el tratamiento de Rolfing se realiza normalmente en 10 sesiones, pero pueden ser más o menos en función de las necesidades de la persona.

      ¡Gracias por tu interés, un saludo!

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