MÉTODO ROLFING
Rolfing es un método de terapia manual que busca recuperar el equilibrio natural del cuerpo a través de manipulaciones profundas de la fascia (tejido conectivo) y la reeducación del movimiento.
A diario y de forma inconsciente, adoptamos posturas inadecuadas, realizamos movimientos repetitivos, sufrimos caídas o accidentes y vivimos experiencias personales que generan tensiones y desequilibrios físicos que afectan a nuestra salud y bienestar. Cuando las distintas estructuras de nuestro cuerpo no están bien organizadas entre ellas, no somos capaces de hacer frente a la gravedad de forma eficiente. El método Rolfing, permite recuperar ese equilibrio perdido y alinearnos de nuevo con la fuerza de la gravedad, integrando las diferentes estructuras corporales.
Ello proporciona una mejora de la postura y el aspecto físico, alivio de tensiones y dolores, aumento de la estabilidad, la flexibilidad y el bienestar corporal global.
El método Rolfing está indicado tanto en personas que sufren una determinada dolencia y quieren mejorar su calidad de vida, como para aquellas que quieran gozar de una mejora del movimiento y la conciencia de su propio cuerpo, para prevenir futuras afecciones, consiguiendo un mayor bienestar físico y mental.
Se realiza en un ciclo de 10 sesiones aproximadamente, de 60-90 minutos de duración, en las que el Rolfer (terapeuta de Rolfing) manipula la fascia o tejido conectivo con presiones ejercidas directamente sobre el cuerpo de la persona. De esta forma se eliminan las restricciones acumuladas en el tejido, reorganizando la estructura corporal, para obtener una mayor eficacia en su funcionamiento.
Durante las sesiones de Rolfing también se trabajan otros aspectos como la respiración, la forma de caminar y de sentarnos, el uso que hacemos de nuestros brazos o la percepción a través de nuestros sentidos.
Todo ello hace que la persona que experimenta el método Rolfing tenga un papel activo en el proceso, ya que también se trabaja a través del movimiento y la comunicación verbal, la actitud y la percepción. El objetivo es que la persona mejore su higiene postural y conciencia corporal, trasladando la información recibida a su vida cotidiana, para que se produzca una integración real de los cambios experimentados y así conseguir una mejora del bienestar a largo plazo.
LA FASCIA

La fascia es un tipo de tejido conectivo, blando y moldeable, que envuelve las estructuras del cuerpo de forma prácticamente ininterrumpida (conectándolas y separándolas al mismo tiempo). Entre muchas otras funciones da soporte, protección y forma al organismo.
La fascia se asemeja a una red tridimensional, situada debajo de la piel a nivel superficial y cubriendo músculos, huesos y demás órganos a nivel profundo. Tiene una consistencia viscosa, para permitir el deslizamiento de las distintas estructuras corporales, y con ello su correcto funcionamiento.
Cuando pierde elasticidad o capacidad de deslizamiento se producen desequilibrios que pueden producir distintas dolencias o disfunciones. Además, su carácter continuo hace que la pérdida de elasticidad en un determinado sitio se refleje en otro distante en el cuerpo, es por ello que durante las sesiones de Rolfing se trabaja de forma global.
A través de nuestras manipulaciones sobre este tejido, eliminamos dichas restricciones, restaurando su elasticidad y dándole la posibilidad al cuerpo de adoptar una nueva postura, más equilibrada, libre y ergonómica, alineada con la gravedad, que nos permita realizar nuestras actividades diarias con mayor facilidad. Con ello no solo conseguimos aliviar y eliminar tensiones, dolor y malestar acumulados, sino que evitamos que vuelvan a aparecer gracias a una nueva y correcta alineación del cuerpo.
El Método Rolfing es una terapia de evolución. Es decir, a lo largo de las sesiones individuales, el paciente nota cambios progresivos en su estado físico, psíquico y emocional. Algunos de los beneficios que los pacientes refieren de forma habitual son los siguientes:
- Mejora la postura y el aspecto físico.
- Reducción del dolor y tensiones agudas o crónicas.
- Mejora en las afecciones de columna vertebral.
- Mejora de la circulación sanguínea y linfática.
- Aumento de la flexibilidad y la coordinación.
- Prevención de lesiones deportivas y mejora en su recuperación.
- Mejora de la resistencia y el rendimiento físico.
- Incremento de la relajación y el sueño.
- Disminución de los niveles de estrés y ansiedad.
- Aumento de la energía y del bienestar personal.
- Aumento de la percepción del propio cuerpo y desarrollo de la conciencia o inteligencia corporal.
El método Rolfing tiene un carácter principalmente preventivo, aún así las personas que lo reciben frecuentemente refieren una mejora de sus patologías. Entre otras disfunciones o problemas de salud, se pueden beneficiar aquellas personas que padezcan:
- Fibromiálgia y fatiga crónica.
- Escoliosis.
- Afecciones de la columna vertebral: hernias de disco, cervicalgia, dorsalgia, lumbalgia, rectificación cervical, hipercifosis dorsal o hiperlordosis lumbar.
- Dolores crónicos.
- Artrosis.
- Afecciones de los pies: pies planos, pies cavos, juanetes, dedos en martillo, etc.
- Síndrome del Túnel Carpiano.
- Lesiones causadas por movimientos repetitivos.
- Tensión muscular.
- Dolor de cabeza.
- Ansiedad.
- Trastorno de estrés postraumático (TEPT).
- Síndrome de la articulación temporomandibular (ATM).
Rolfing y otras disciplinas
Con el Método Rolfing se consigue una alineación más natural y una interacción más fluida entre nosotros y la fuerza de la gravedad. De esta forma, el cuerpo adopta una postura erguida y los movimientos se vuelven más ligeros y armónicos. Por ello, el método Rolfing es muy recomendable para practicantes de disciplinas físicas y trabajos corporales como bailarines, actores y practicantes de Tai-Chi, Yoga o Pilates.
Deportistas de élite lo han probado y confirman una mejora evidente en su rendimiento. Los cambios y mejoras se traducen en movimientos más eficientes, prevención de lesiones y mejor recuperación de las mismas, disminución de la fatiga, recuperación de la elasticidad y aumento de la motivación y la concentración.
Así mismo se aconseja en trabajadores que tienen que mantener posturas más estáticas, cómo músicos o personas que trabajan frente a un ordenador.
También se aplica junto a enfoques de psicoterapia, psicoanálisis, bionergética o terapia Gestalt, siendo de gran ayuda en técnicas de meditación. Además es un excelente complemento con otros métodos como pueden ser osteopatía, acupuntura, homeopatía, etc.
Si quieres conocer más sobre el método Rolfing también puedes consultar la web de la Asociación Española de Rolfing.
¿Cómo se realiza el método de Rolfing y qué precio tiene?
Se realiza aproximadamente en un ciclo de 10 sesiones, de 60-90 minutos de duración.
En las sesiones se manipula el tejido conectivo o fascia a través de presiones lentas y profundas sobre la piel, para eliminar las restricciones a este nivel y equilibrando la estructura corporal en relación a la gravedad.
Además se realiza un trabajo de reeducación del movimiento y de los hábitos posturales, tratando aspectos como la respiración, la forma en que apoyamos nuestro peso sobre los pies, el uso que hacemos de nuestros brazos o la percepción a través de nuestros sentidos, con el objetivo de alcanzar una mejora del bienestar a largo plazo, adquiriendo conciencia corporal e higiene postural en el desarrollo de nuestra vida cotidiana.
• Tarifa de Rolfing: 80€/sesión.