Marta Pichardo

¿Por qué Rolfing?

Por fin me decido a estrenar el blog, y ya que es algo que me suelen preguntar mucho mis pacientes en consulta, he pensado comenzar contando los beneficios de Rolfing que me llevaron a realizar la formación, mi experiencia en todo el proceso y qué tiene de diferente con otras terapias para mí.

rolfingComencé a oír sobre Rolfing antes incluso de estudiar fisioterapia. Un familiar que padecía algunas dolencias me comentó que después de haber probado distintas terapias, con este método fue con lo que realmente encontró resultados duraderos a largo plazo. Más tarde volví a toparme con el Método Rolfing, durante la carrera, en cursos de postgrados y en algún que otro libro que me habían recomendado. Y por fin después de llevar varios años trabajando como fisioterapeuta me decidí a probarlo en mi propio cuerpo.

Los resultados me sorprendieron muchísimo. Antes de comenzar con las sesiones no esperaba grandes cambios, porque me encontraba “bien”, aunque claramente estaba equivocada, ¡siempre se puede estar mejor de lo que uno está!

Una de las cosas que me llamó mucho la atención fue que en la primera sesión mi rolfer me preguntó si solía sentirme cansada, lo cual era cierto. Me explicó que era debido a mi forma de respirar. Durante la sesión estuvo trabajando en mi tórax y además me enseñó unos ejercicios para que corrigiera mi patrón respiratorio, casi sin darme cuenta mi respiración fue cambiando, así como mi nivel de energía. A día de hoy no necesito siquiera tomar café u otro estimulante por las mañanas, cosa que mi estómago y el resto de mi cuerpo han agradecido, ¡aunque eso es un tema que no viene al caso en este post!

Además de este gran logro, otra cosa que me sorprendió mucho fue el cambio en mi columna vertebral y cómo eso hizo mejorar mi postura en general. A causa de un par de accidentes de coche que había tenido, toda mi columna estaba completamente rectificada. Aunque no tenía un dolor constante, ocasionalmente me molestaba el cuello y tendía a tensionar los hombros. Después de las sesiones mi espalda volvía a tener su curvatura fisiológica equilibrada, y aunque no voy a decir que no me ha vuelto a doler la espalda, es cierto que las pocas veces que lo ha hecho ha sido por una causa concreta.

Otros cambio que percibí fue en mis reflejos y coordinación, los cuales mejoraron sin apenas darme cuenta, así como mi forma de moverme. Durante las sesiones mi terapeuta iba explicándome cosas que sin percibirlo fui integrando en mi cuerpo y en mi rutina. Todo ello afectó a mi postura, la cual mejoró enormemente, siendo ahora erguida y equilibrada a la vez que natural. Desde entonces no volví a escuchar a mi madre decirme el típico “niña ponte derecha”.

Todos estos pequeños cambios afectaron a cómo me sentía conmigo misma, me sentía mucho más segura, Rolfing me aportó una forma distinta de estar y sentir mi cuerpo, con mucha más conciencia del mismo.

Con todos los beneficios que experimenté no dudé en formarme como rolfer. A día de hoy, casi 4 años después, disfruto con cada paciente al que acompaño en su proceso. Ayudar a las personas a sentirse cómodas de nuevo, reconciliándose con su propio cuerpo, con su forma de percibir y estar en el mundo es algo realmente gratificante.

Normalmente la gente llega a mí con un problema concreto, la mayoría de las veces por dolor, pero poco a poco vamos descubriendo sus propios recursos para sentirse bien, que solo tienen que prestar atención a las necesidades que les pide su cuerpo, y no hablo solo a nivel físico. Para mí esto es una de las cosas que más me gusta y que diferencia este método de otros, con Rolfing se trabaja la persona como un todo, observamos que es lo que está impidiendo que el cuerpo esté cómodo y en equilibrio y vamos trabajando en los distintos niveles del paciente, es muy bonito ver como trabajando en diferentes aspectos, se van produciendo cambios globales en cada persona.

Si quieres probar Rolfing o tienes alguna duda sobre si este método está indicado para ti, ponte en contacto conmigo, estaré encantada de ayudarte!

4 comentarios

  1. Tras intervención de hernia inguinal, me ha quedado como secuela un dolor neuropatico en los nervios Ilioinguinal, iliohipogastrico y genitofemoral con una intensidad de 6 sobre 10 y de más de 10 años de evolución. He realizado todo tipo de infiltraciones incluso guiadas por ecografia. Todo tipo de tratamientos electro y magnetoterapicos. TEN, PEN, ELECTROMODULACION y acupuntura. Los resultados han sido nulos. ¿El método Rolfing estaría indicado?

    1. Hola Jose, no te puedo asegurar que notes mejoría con el método Rolfing, ya que cada cuerpo es un mundo. Lo que sí te pudo decir es que con este método se reequilibra la fascia y el intersticio, que es el tejido donde se encuentra inmerso el sistema nervioso, entre otros. Es posible que mejorando el medio donde se encuentran dichos nervios que tienes afectados notes cierta mejoría, pero como te he dicho antes no te lo puedo asegurar. Si te parece bien podemos concertar una cita informativa donde me cuentes con más detalle y así pueda aconsejarte mejor. Saludos

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