En esta entrada nuestra paciente nos cuenta su sesión 6 de Rolfing, donde vemos como los cambios que se han ido produciendo ya estan siendo integrados en su cuerpo sin ella apenas darse cuenta.
Aquí tenemos su sesión:
En este post número 6 quiero hablaros de la gran mejoría, del antes y después, que he notado en mi cuerpo desde que empecé con la primera sesión. Si leíste el post anterior de mi quinta sesión de Rolfing sabrás lo decaída que llegué a la consulta y lo bien que me sentó la sesión, a esta última os tengo que decir que llegué justo todo lo contrario, segura, feliz y muy optimista.
Tras la ya familiar valoración corporal, Marta me ha pedido que me pusiera boca abajo, no me había dado cuenta, pero ha sido la primera vez que me colocaba así ya que siempre había estado boca arriba o de lado.
Ha comenzado por los gemelos, quitándoles tensión, aunque en lo que más se ha centrado ha sido en los pies, presionando con sus dedos muy lentamente, milímetro a milímetro, como si tuviera 3 hilos desde donde nacen los dedos hasta llegar al talón.
Luego ha continuado con los muslos. Ha sido genial ya que yo me preocupo mucho por la circulación de mis piernas, de hecho, en alguna ocasión he recurrido a Marta únicamente para ello, así que como comprenderéis esto me ha encantado y ya si finaliza en el glúteo… ¡para mí ha sido un regalazo!
Luego se ha ido a la cadera, a la parte baja de la espalda y subiendo y peinando de abajo hacia arriba hasta llegar a las escápulas.
Tras la espalda me he dado la vuelta, terminando como siempre en cuello y sacro.
Nunca lo he contado antes, pero yo en el hombro izquierdo tengo una pequeña molestia o tic el cual me provoca la necesidad de tener que moverlo (es una pequeña necesidad de estirarlo), por lo que Marta me ha enseñado un ejercicio para poder mejorar esto, me pregunto cuántas cosas más habrá para mejorar cada parte del cuerpo… porque cada preocupación que le transmito, siempre me enseña alguna técnica, consejo o ejercicio para hacer en casa y corregirlo.
En definitiva, como os decía al principio, he notado desde la quinta sesión un antes y un después, siempre he dicho que ese dolor que sentía me gustaba, era gratificante porque sabía que me estaba haciendo bien pero ahora es diferente. Es difícil de explicar, pero noto como el cuerpo me ha cambiado y cuando Marta trabaja con sus manos en él, siento que lo que antes era presión y desorden ahora es suavidad, menos tensión y esos «hilos´´ de los que siempre os he hablado parecen que comienzan a estar bien ordenados.
Se nota que ya hemos pasado el ecuador y mi cuerpo está más equilibrado, siendo el dolor más leve, digamos que ya hemos ido arreglando los desórdenes en mi cuerpo y ahora es el turno de pulir y perfeccionar.
Me pregunto que más trabajaremos, estoy intrigada por ello.
¡Nos vemos en la próxima sesión!